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El libro de las enfermedades alérgicas

Editores: Dr. José Manuel Zubeldia, Dra. M.ª Luisa Baeza, Dr. Tomás Chivato, Dr. Ignacio Jáuregui y Dr. Carlos J. Senent

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El libro de las enfermedades alérgicas

Editores: Dr. José Manuel Zubeldia, Dra. M.ª Luisa Baeza, Dr. Tomás Chivato, Dr. Ignacio Jáuregui y Dr. Carlos J. Senent

Sección I / Capítulo 1

¿Qué es la alergia? Importancia de las enfermedades alérgicas

Resumen

Resumen
  • Las enfermedades alérgicas (EEAA) son procesos muy frecuentes, que afectan preferentemente a niños y personas jóvenes en las fases de sus vidas en las que la producción laboral o académica es más intensa
  • Interfieren de forma significativa en las actividades cotidianas y perturban el sueño con frecuencia, ocasionando un impacto muy alto en la calidad de vida relacionada con la salud, equiparable al de otras enfermedades crónicas
  • Las consecuencias socioeconómicas de las EEAA son muy importantes y notablemente superiores a las que hasta hace poco se les atribuía. Afectan al desarrollo vital de los pacientes, condicionan la elección de actividades profesionales o de ocio y limitan expectativas en muchos aspectos de la vida.
  • En consecuencia, han despertado la inquietud de gran parte de los estamentos sociales, promoviéndose grandes proyectos de investigación epidemiológica patrocinados con fondos estatales, sensibilizando la opinión pública, llamando la atención de la clase política y favoreciendo la generación de asociaciones de pacientes.

Preguntas y respuestas

Resumen

¿Qué es la alergia?

Es una anomalía de la respuesta del sistema inmunitario frente a elementos de nuestro entorno que no suponen ninguna amenaza para nosotros. Esta respuesta se produce por cauces distintos de los habituales, aunque tiene lugar en un gran número de individuos de las sociedades occidentales desarrolladas. Un grano de polen o las proteínas que contiene la leche de vaca no suponen ninguna amenaza para nuestro organismo. Sin embargo, en los individuos que son alérgicos, su sistema inmunitario reacciona intensamente contra ellas segregando sustancias que producen los síntomas. Todos estos mecanismos serán tratados con detalle en los siguientes capítulos. Dependiendo del órgano en el que se produzcan estas reacciones alérgicas se manifiestan unos síntomas u otros. Por ejemplo, si tienen lugar en el aparato respiratorio se aquejarán síntomas típicos de rinitis o de asma. Si suceden en la piel aparecerán síntomas de urticaria o eccema.

¿Por qué son importantes las enfermedades alérgicas?

La importancia de las enfermedades alérgicas (EEAA) radica en la propia naturaleza de las mismas. Son procesos muy frecuentes, que afectan preferentemente a niños y personas jóvenes, en las fases de sus vidas en las que la producción laboral o académica es más intensa. Interfieren de forma significativa en las actividades cotidianas y perturban el sueño con frecuencia.

Las consecuencias socioeconómicas de todos estos aspectos son muy importantes y muy superiores a las que hace solo unas cuantas décadas se les atribuía.

La tendencia al crecimiento paulatino en la frecuencia de las EEAA ha sido una constante es las últimas 4 o 5 décadas, con cierta aproximación al estancamiento en los últimos años, aunque solo en los países desarrollados. Este fenómeno se ha hecho especialmente patente en los procesos mejor estudiados, como la dermatitis atópica, la rinitis alérgica y el asma bronquial. El aumento de la frecuencia ha ido parejo a un incremento en la complejidad, como se ha observado en la casi cotidiana presencia de la coexistencia de alergia alimentaria y respiratoria en un mismo paciente.

Las EEAA interfieren de forma significativa en el proyecto de vida de los pacientes, condicionando la elección de actividades profesionales o de ocio y ocasionando que el paciente renuncie al pleno desarrollo de sus expectativas en los distintos aspectos de su vida. Los cuadros más graves modifican en mayor magnitud el comportamiento y la actitud de los pacientes frente a sus proyectos futuros.

Todas estas circunstancias han despertado la inquietud de los investigadores y ha motivado que las publicaciones científicas relacionadas con las EEAA se hayan multiplicado de forma espectacular en las últimas décadas, situándose al nivel de las relacionadas con patologías cardiovasculares o neurológicas. De forma paralela, tanto entidades públicas como privadas, alarmadas por el llamativo incremento en la frecuencia de estas enfermedades, han invertido cuantiosos recursos económicos en desentrañar la naturaleza de esta tendencia. Estos hechos tampoco han dejado indiferentes a los medios de comunicación, que se hacen eco reiteradamente de la preocupación de los médicos, de los pacientes y de las autoridades sanitarias por las enfermedades alérgicas.

¿Son tan frecuentes las enfermedades alérgicas?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llegado a clasificar las EEAA entre las 6 patologías más frecuentes del mundo. Se estima que pueden afectar al 20-25 % de la población mundial, resultando más afectados los países desarrollados e industrializados que el resto. En nuestro medio, se calcula que una de cada 4 personas puede padecer algún tipo de trastorno alérgico a lo largo de su vida. Las EEAA, constituyen la patología más frecuente en la infancia, de entre las enfermedades crónicas que se pueden presentar en esa etapa. No obstante, existen diferencias notables en la frecuencia de presentación de las distintas EEAA en las distintas áreas geográficas de nuestro país. El asma bronquial, por ejemplo, es más frecuente en zonas costeras e insulares que en las zonas del centro de la península, con oscilaciones que van del 1 al 10 % de la población general, siendo el promedio europeo del 6 %.

No existen datos definitivos de la frecuencia con que se presentan las distintas EEAA, existiendo disparidad de resultados en los distintos estudios realizados. No obstante, sí disponemos de datos fiables sobre el motivo de la consulta a los alergólogos de los pacientes españoles la rinitis alérgica, el asma y la alergia a los medicamentos ocupan los tres primeros lugares con una frecuencia del 54, 23 y 17 % respectivamente.

La rinitis alérgica es el proceso más frecuente, y llega a afectar al 21 % —en promedio— de la población general española, aunque existen, al igual que sucede con el asma, apreciables diferencias geográficas. La dermatitis atópica le sigue en frecuencia, afectando al 4 % de los niños en edad escolar. La alergia a alimentos afecta al 3-5 % de la población infantil, reduciéndose a menos del 2 % en los adultos. Aunque más del 10 % de la población española cree que puede ser alérgica a algún medicamento, cuando se realiza un estudio alergológico apropiado, solo se confirma con certeza en el 29 % de los casos evaluados.

Aparte de la alta frecuencia de las EEAA, también es muy importante su tendencia. Durante la segunda mitad del siglo XX han sufrido un incremento espectacular, multiplicándose su prevalencia por 5 en los países desarrollados. Sin embargo, parece que la tendencia en la última década es hacia el estancamiento, incluso hacia un ligero decrecimiento.

¿Llegan a interferir las enfermedades alérgicas en las actividades cotidianas?

La opinión pública en general tiende a considerar a la EEAA como entidades molestas pero banales. Esta percepción incluso la comparten también algunos médicos. No son pocas las personas que no ven más allá de los síntomas que a veces pueden generar situaciones cómicas o estrambóticas como los estornudos repetidos o un prurito inesperado. Sin embargo, detrás de esos síntomas aparentemente poco trascendentes, se esconden importantes limitaciones en las actividades cotidianas y un notable deterioro en la calidad de vida de los pacientes con EEAA. Es muy importante que el paciente sea consciente de ello y que no se resigne a asumir que esa situación es normal en él. En un alto porcentaje de casos, la mayor parte de las restricciones que encuentran los pacientes en su vida cotidiana pueden desaparecer con un diagnóstico y tratamiento apropiados.

La influencia en las actividades cotidianas ha sido cuantificada en algunas de las EEAA más comunes, como la rinitis y el asma. En estudios realizados en nuestro en medio, se ha podido comprobar que más del 60 % admiten limitaciones en la actividad física y en el trabajo, mientras que casi la tercera parte admiten limitaciones en la conducción de vehículos. Los pacientes con asma parecen sufrir una situación peor: hasta el 90 % admiten limitaciones en su actividad diaria.

Una manera muy fiable de cuantificar la interferencia de la EEAA en la vida cotidiana es la utilización de cuestionarios de calidad de vida relacionada con la salud. Estos instrumentos son un conjunto de ítems o preguntas dirigidos a valorar la interferencia que tiene una enfermedad determinada en la calidad de vida y que el paciente gradúa en una escala numérica de intensidad. Con este método se pueden asignar valores cuantitativos fiables al deterioro de dicha calidad de vida. Además, se puede comparar el deterioro que producen en la misma enfermedades diversas, como el asma, la urticaria o la insuficiencia cardíaca. Así, se ha podido comprobar que la preocupación que experimenta el paciente por la enfermedad es similar en los pacientes con rinitis y con asma, en contra de lo que cabría esperar, al ser esta segunda enfermedad presumiblemente más grave. También llama la atención el hecho de que los pacientes con urticaria crónica están más afectados que los de asma. En el estudio Alergológica 2015 se comprueba que los pacientes alérgicos tienen una peor calidad de vida que la población general valorada mediante el cuestionario EQ-5D-5L (objetivándose un peor perfil en actividades cotidianas, dolor o malestar y ansiedad o depresión acompañado de un mejor perfil de movilidad y de autocuidado). La figura 1 ofrece de forma gráfica un resumen de los resultados de Alergológica 2015 de las dimensiones del cuestionario EQ-5D-5L.

Figura 1.  Impacto de las enfermedades alérgicas en la calidad de vida relacionada con la salud. Resumen de los resultados de las dimensiones del cuestionario EQ-5D-5L

Figura 1. Impacto de las enfermedades alérgicas en la calidad de vida relacionada con la salud. Resumen de los resultados de las dimensiones del cuestionario EQ-5D-5L (Créditos, F. 2)

¿Alteran el sueño las enfermedades alérgicas?

Sí, el sueño está alterado en las EEAA de forma significativa. Si bien el hecho de que determinadas EEAA como la rinitis el asma o la urticaria, empeoran generalmente por la noche es un fenómeno bien conocido desde el principio, la repercusión de estos procesos en el descanso nocturno no se ha establecido con claridad hasta que se ha empezado a medir, de forma sistematizada, la calidad del sueño en los pacientes afectados. Los estudios realizados en rinitis alérgica han ofrecido los resultados más inesperados, pudiéndose constatar que más de la mitad de los pacientes tienen el sueño alterado y que esta alteración es más patente en los que padecen una obstrucción nasal más intensa y una mayor gravedad clínica. Precisamente, los pacientes con obstrucción nasal intensa tienen mayor riesgo —casi el doble— de desarrollar pausas respiratorias durante el sueño, fenómeno conocido como síndrome de la apnea obstructiva del sueño (SAOS). Por otro lado, más del 40 % de los pacientes con rinitis alérgica padecen somnolencia diurna. La repercusión de todo esto en las actividades cotidianas y rendimiento laboral es evidente y la potencial propensión a sufrir más accidentes debe ser considerada. Afortunadamente, el tratamiento apropiado puede revertir de forma considerable esta alteración.

La presencia de síntomas que alteran el sueño en los pacientes con asma, que no siguen tratamiento, es abrumadora, afectando a más del 75 % de ellos. En los pacientes que siguen un tratamiento convencional para el asma, esta cifra desciende al 30 %.

La urticaria crónica es otra enfermedad que suele empeorar por la noche —especialmente el prurito cutáneo, que sistemáticamente aparece en estos pacientes— alterando la calidad del sueño de forma significativa en más de la mitad de los pacientes. La dermatitis atópica tiene un comportamiento muy similar a la urticaria en cuanto a la alteración de la calidad del sueño.

¿Cuánto cuestan las enfermedades alérgicas?

El coste económico de las EEAA es muy superior al que se podría sospechar. La OMS estima que solo en el asma se invierte el 1 % de todos los recursos sanitarios a nivel mundial, siendo el impacto socioeconómico similar al de la diabetes, la esquizofrenia o la cirrosis hepática.

En España no se dispone de datos sobre el coste total de las EEAA. En regiones europeas con sistemas sanitarios similares al nuestro, como Escocia, las EEAA supone el 4 % de las consultas realizadas en atención primaria y el 1,5 % de todos los ingresos en el hospital, en una zona donde se estima que el 30 % de la población general padece una o más enfermedades alérgicas. Para una población de poco más de 5 millones de habitantes, las EEAA constituyen un gasto anual (teniendo en cuenta solo los costes directos, es decir los derivados de la atención médica y el tratamiento) superior a 150 millones de euros, aproximadamente, unos 100 euros por paciente y año. Los elevados costes directos que suponen las EEAA están obviamente relacionados con la alta frecuencia con que se presentan, además de los notables consumos de medicamentos que precisan para su adecuado control. En un estudio realizado en España se han calculado los costes directos de la rinitis alérgica, que suponen algo más de 550 euros por paciente al año.

Más difícil resulta calcular los costes indirectos, es decir, los derivados de la pérdida de días de trabajo o de la reducción en la productividad laboral. Se estima que estos costes indirectos ascienden al doble de los directos. Una de las enfermedades con mayor absentismo laboral es la dermatitis de contacto ocupacional con una media de 24 días por paciente, según datos obtenidos en EE. UU. El problema en la mayoría de las EEAA es lo que se ha dado en llamar “presentismo”, que consiste en que al trabajador no se ausenta de su puesto, pero reduce significativamente su rendimiento laboral. En la rinitis alérgica, por ejemplo, este fenómeno adquiere una gran magnitud, ya que, una revisión recientemente publicada estima que el promedio de pérdida de productividad de los pacientes sintomáticos se sitúa ente el 30 y el 40 % de la jornada laboral.

¿Condicionan las enfermedades alérgicas la vida de las personas?

Muchas enfermedades alérgicas imponen profundos cambios en el proyecto vital de las personas. Se estima que uno de cada 5 pacientes con asma encuentra limitaciones en la elección de su carrera a consecuencia de la enfermedad. El problema no es menor en los pacientes con procesos cutáneos, como la dermatitis atópica o la urticaria crónica, que cuando son graves o afectan a zonas visibles del cuerpo, reducen notablemente las opciones laborales y de ocio de los pacientes.

La aparición de EEAA de origen ocupacional —causadas por sustancias presentes en el medio laboral—, como la rinitis, el asma o la dermatitis alérgica por contacto, obligan en muchas ocasiones a reorientar la actividad profesional de los pacientes, a menudo con mermas en sus ingresos económicos y en el desarrollo de su carrera profesional. Estos hechos resultan mucho más dramáticos cuando tienen lugar en el seno de negocios familiares o es el propio paciente el que ha invertido su dinero en esa actividad.

Los potentes vínculos afectivos que a menudo desarrollan las personas con sus mascotas generan intensos conflictos cuando el paciente se hace alérgico al animal de compañía. Se trata de un hecho muy frecuente, con el que el alergólogo se enfrenta casi a diario en su consulta, puesto que la retirada del animal del domicilio del paciente sigue siendo la recomendación de elección para tratar eficazmente este problema, incluso a pesar de los grandes avances en tratamientos farmacológicos e inmunoterapia específica acaecidos durante los últimos años.

¿Pueden llegar a ser graves las enfermedades alérgicas?

Aunque los procesos alérgicos leves o moderados predominan sobre los graves, hay cuadros clínicos que constituyen una amenaza para la vida. Se estima que 250.000 personas, en todo el mundo, mueren de asma cada año, o al menos, acortan su vida por la enfermedad. A esto habría que sumar las complicaciones del tratamiento, que generalmente se reducen a los pocos pacientes que actualmente tienen que tomar corticoides orales o inyectados de forma continua, para alcanzar un mínimo grado de control de la enfermedad. Aunque la magnitud del problema no se conoce con exactitud, hasta el 5 % de los asmáticos, en las previsiones menos optimistas, podría encontrarse en esta situación.

Las reacciones anafilácticas constituyen el otro gran grupo de EEAA que pueden poner en riesgo la vida del paciente. La anafilaxia suele manifestarse con síntomas cutáneos como urticaria y angioedema, junto con la afectación de otros sistemas como el respiratorio, cardiovascular o digestivo. De las reacciones más graves, las catalogadas como shock anafiláctico, se presentan entre 3 y 10 casos nuevos al año por cada 100.000 habitantes, con una mortalidad que llega hasta el 6,5 %, muy superior a la de las reacciones anafilácticas en general. La alergia a los medicamentos, a los alimentos y a las picaduras de himenópteros (abejas y avispas) constituyen los factores precipitantes más frecuentes de este tipo de cuadros clínicos, resultando esencial identificarlos con la máxima precisión posible, con objeto de evitar nuevas exposiciones a los mismos.

Aún existe otro grupo de EEAA, afortunadamente poco numeroso, con una considerable mortalidad, constituido por reacciones graves a medicamentos, además de la mencionada anafilaxia, que afectan a extensas zonas de la piel y de las mucosas y cuyo representante mejor definido es la necrólisis epidérmica tóxica, con una mortalidad de hasta el 20 % de los pacientes afectados.

La alergia a los medicamentos, a los alimentos y a las picaduras de himenópteros (abejas y avispas) constituyen los factores precipitantes más frecuentes de shock anafiláctico.

La alergia a los medicamentos, a los alimentos y a las picaduras de himenópteros (abejas y avispas) constituyen los factores precipitantes más frecuentes de shock anafiláctico. (Créditos, F. 3)

La complejidad de las enfermedades alérgicas ¿es una realidad o un mito?

Existe la creencia popular de que es difícil identificar las causas de las EEAA, lo que constituye un hecho real en no pocas ocasiones. No obstante, la auténtica complejidad de las EEAA radica en su naturaleza. Los fenómenos que han causado la eclosión de las enfermedades alérgicas en la segunda mitad del siglo XX siguen sin aclararse por completo, aunque se sabe que detrás de este suceso hay una complicada interacción entre la constitución genética y las modificaciones en el estilo de vida y en el medio ambiente. Además, la historia natural de las EEAA les confiere un carácter singular, de manera que el mismo individuo va superando distintas etapas con diversas manifestaciones clínicas a lo largo de su vida. En los primeros años son más comunes los cuadros clínicos de alergia a los alimentos, para posteriormente dar paso a los cuadros de alergia respiratoria, durante la adolescencia y la edad adulta. La dermatitis atópica, muy frecuente en la infancia, es más rara en los adultos, pero predispone a los que la han padecido a desarrollar otras EEAA a lo largo de su vida.

Otro factor de complejidad de la EEAA es el carácter sistémico de las mismas. La visión organicista y simplista de las EEAA lleva a suponer que el proceso patológico se ciñe exclusivamente al órgano que está más visiblemente afectado. Es una concepción errónea muy extendida. Uno de los ejemplos que contradicen esta percepción es el de la rinitis alérgica, que lejos de ser una enfermedad exclusiva de la nariz, supone una participación de múltiples órganos y sistemas. Esta enfermedad implica al sistema sanguíneo y la médula ósea en la producción y transporte de células con actividad inflamatoria a la mucosa nasal, afectando, por añadidura, al pulmón y las conjuntivas oculares con frecuencia, y produciendo manifestaciones clínicas generales, como malestar, cefalea, astenia y alteración del estado de ánimo. Además, la rinitis alérgica se asocia a menudo a alergia a los alimentos de origen vegetal, complicando su diagnóstico y tratamiento.

Nuevos retos complican el panorama diagnóstico y terapéutico de las EEAA, aparecen nuevas enfermedades, como la esofagitis eosinofílica, por ejemplo, que cursa con una inflamación intensa de la mucosa esofágica, la cual aparece infiltrada por eosinófilos —células de la sangre que tienden a concentrarse en los lugares donde se producen reacciones alérgicas—, y en la que resulta difícil identificar los alérgenos potencialmente causantes de la misma.

¿Preocupan las enfermedades alérgicas a los agentes sociales?

Las autoridades sanitarias de los países desarrollados empiezan a concienciarse del gran impacto económico y social que tienen las EEAA en la actualidad y están facilitando el desarrollo de programas e iniciativas para mejorar su diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, apenas existen estrategias comunes. La más notable es la GA²LEN (Global Allergy and Asthma European Network) que se ha planteado como red de investigación y está financiada por la Comunidad Europea. Esta plataforma ha respaldado iniciativas como la actualización de consensos de diagnóstico y tratamiento de la rinitis, el asma o la urticaria. La financiación pública también ha apostado fuerte por el estudio de la historia natural del asma y de los factores que pueden favorecer o dificultar el desarrollo de esta enfermedad. Así se han sufragado decenas de costosos estudios de seguimiento, realizados sobre miles de individuos, que son observados desde el nacimiento a la adolescencia, para identificar los factores que propician la aparición de asma y otras EEAA. Los resultados están siendo evaluados en la actualidad. Especialmente notorio es el estudio ISAAC (International Study of Asthma and Allergies in Childhood), que estudia la prevalencia de las EEAA en la infancia, con la participación de más de 100 países y unos dos millones de niños en todo el mundo, a lo largo de los últimos 20 años.

Por otro lado, los medios de comunicación también expresan un alto interés en las EEAA, conscientes de su gran alcance social. Las secciones de salud de prensa, radio y televisión se hacen eco, con frecuencia, de aspectos relacionados con la alergia, alcanzando su máximo con la información relativa a la alergia al polen. Las EEAA están entre los 4 o 5 apartados relacionados con la salud que más impacto producen en los medios de comunicación, junto con las enfermedades neurológicas, las cardiovasculares y el cáncer.

También es importante mencionar que las asociaciones de pacientes, fruto de la preocupación de enfermos y familiares por la afección que sufren, están desarrollando un papel muy importante en la concienciación social y política de la importancia de las EEAA. Promueven de forma eficaz el acceso de los pacientes a información útil, relativa a su enfermedad y facilitan el desarrollo de programas de educación para enfermos y familiares. Su actividad puede influir en decisiones políticas encaminadas a producir mejoras en la asistencia a los que sufren estas enfermedades. En las tablas 1 y 2 se recogen algunas de las asociaciones de pacientes más activas en nuestro país.

Nombre Página web
Asociación de Afectados por la Dermatitis Atópica (AADA) asociacionafectadosdermatitisatopica.com/
Asociación de Afectados de Urticaria Crónica (AAUC) www.urticariacronica.org/
Asociación Basada en la Lucha de los Alérgicos Alimentarios (ABLAA) www.ablaa.org/
Asociación Española de Angioedema Familiar por Deficiencia de C1-Inhibidor (AEDAF) angioedema-aedaf.haei.org/
Asociación Española de Esofagitis Eosinofílica (AEDESEO) aedeseo.es/
Asociación Española de Déficits Inmunitarios Primarios (AEDIP) www.aedip.com/
Asociación Española de Angioedema Familiar por Deficiencia de C1-Inhibidor (AEDAF) angioedema-aedaf.haei.org/
Asociación Española de Mastocitosis y Enfermedades Relacionadas (AEDM) www.mastocitosis.com/
Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex (AEPNAA) https://www.aepnaa.org/
Alergicus. Gestión de la Alergia Alimentaria en la Escuela www.alergicus.org/
Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER) fenaer.es/

Tabla 1. Asociaciones de pacientes de ámbito nacional relacionadas con enfermedades alérgicas que permanecen activas en la actualidad

Nombre Página web
Asociación de Pacientes Asmáticos de Asturias (AAPA) https://www.tucuentasmucho.com/cuidarse/AAPA/
Asociación de Alergia Alimentaria de Canarias (ADAAEEC) https://www.facebook.com/pages/category/Nonprofit-Organization/Adaaec-Asociaci%C3%B3n-de-Alergia-Alimentaria-de-Canarias-1678108425792141/
Asociación Extremeña de Alergia a Alimentos (AEXAAL) https://www.aexaal.org
Asociacion Alergicos a Alimentos de Guadalajara (Alerguada) https://alerguada.org/
Asociación de Alérgicos y Asmáticos de Jaén (ALERJA) https://fenaer.es/alerja/
Asociación de Alérgicos y Enfermos Respiratorios de Málaga (ALERMA) https://es-es.facebook.com/ALERMA-Asociaci%C3%B3n-de-Al%C3%A9rgicos-y-Enfermos-Respiratorios-de-M%C3%A1laga-337395213055249/
Almansa Reacciona https://www.facebook.com/Almansa-Reacciona-414803542203649/
Asociación Navarra de Alérgicos y Asmáticos (ANAYAS) https://www.somospacientes.com/anayas/
Asociación de Asmáticos Madrileños (ASMAMADRID) http://www.asmamadrid.org/
Asociación de Asmáticos y Alérgicos “Aire Libre” de Granada https://www.facebook.com/ascasmaticosyalergicos.airelibregranada
Asociación Andaluza de Alergia a Alimentos (AVANZAX) http://www.asociacionavanzax.org/
Sevilla Respira. Asociación de Alérgicos y Enfermos Respiratorios de Sevilla https://sevillarespira.org

Tabla 2. Asociaciones de pacientes de ámbito regional relacionadas con enfermedades alérgicas que permanecen activas en la actualidad

Resumen

Resumen
  • Las enfermedades alérgicas (EEAA) son procesos muy frecuentes, que afectan preferentemente a niños y personas jóvenes en las fases de sus vidas en las que la producción laboral o académica es más intensa
  • Interfieren de forma significativa en las actividades cotidianas y perturban el sueño con frecuencia, ocasionando un impacto muy alto en la calidad de vida relacionada con la salud, equiparable al de otras enfermedades crónicas
  • Las consecuencias socioeconómicas de las EEAA son muy importantes y notablemente superiores a las que hasta hace poco se les atribuía. Afectan al desarrollo vital de los pacientes, condicionan la elección de actividades profesionales o de ocio y limitan expectativas en muchos aspectos de la vida.
  • En consecuencia, han despertado la inquietud de gran parte de los estamentos sociales, promoviéndose grandes proyectos de investigación epidemiológica patrocinados con fondos estatales, sensibilizando la opinión pública, llamando la atención de la clase política y favoreciendo la generación de asociaciones de pacientes.

Preguntas y respuestas

Resumen

¿Qué es la alergia?

Es una anomalía de la respuesta del sistema inmunitario frente a elementos de nuestro entorno que no suponen ninguna amenaza para nosotros. Esta respuesta se produce por cauces distintos de los habituales, aunque tiene lugar en un gran número de individuos de las sociedades occidentales desarrolladas. Un grano de polen o las proteínas que contiene la leche de vaca no suponen ninguna amenaza para nuestro organismo. Sin embargo, en los individuos que son alérgicos, su sistema inmunitario reacciona intensamente contra ellas segregando sustancias que producen los síntomas. Todos estos mecanismos serán tratados con detalle en los siguientes capítulos. Dependiendo del órgano en el que se produzcan estas reacciones alérgicas se manifiestan unos síntomas u otros. Por ejemplo, si tienen lugar en el aparato respiratorio se aquejarán síntomas típicos de rinitis o de asma. Si suceden en la piel aparecerán síntomas de urticaria o eccema.

¿Por qué son importantes las enfermedades alérgicas?

La importancia de las enfermedades alérgicas (EEAA) radica en la propia naturaleza de las mismas. Son procesos muy frecuentes, que afectan preferentemente a niños y personas jóvenes, en las fases de sus vidas en las que la producción laboral o académica es más intensa. Interfieren de forma significativa en las actividades cotidianas y perturban el sueño con frecuencia.

Las consecuencias socioeconómicas de todos estos aspectos son muy importantes y muy superiores a las que hace solo unas cuantas décadas se les atribuía.

La tendencia al crecimiento paulatino en la frecuencia de las EEAA ha sido una constante es las últimas 4 o 5 décadas, con cierta aproximación al estancamiento en los últimos años, aunque solo en los países desarrollados. Este fenómeno se ha hecho especialmente patente en los procesos mejor estudiados, como la dermatitis atópica, la rinitis alérgica y el asma bronquial. El aumento de la frecuencia ha ido parejo a un incremento en la complejidad, como se ha observado en la casi cotidiana presencia de la coexistencia de alergia alimentaria y respiratoria en un mismo paciente.

Las EEAA interfieren de forma significativa en el proyecto de vida de los pacientes, condicionando la elección de actividades profesionales o de ocio y ocasionando que el paciente renuncie al pleno desarrollo de sus expectativas en los distintos aspectos de su vida. Los cuadros más graves modifican en mayor magnitud el comportamiento y la actitud de los pacientes frente a sus proyectos futuros.

Todas estas circunstancias han despertado la inquietud de los investigadores y ha motivado que las publicaciones científicas relacionadas con las EEAA se hayan multiplicado de forma espectacular en las últimas décadas, situándose al nivel de las relacionadas con patologíasiovasculares o neurológicas. De forma paralela, tanto entidades públicas como privadas, alarmadas por el llamativo incremento en la frecuencia de estas enfermedades, han invertido cuantiosos recursos económicos en desentrañar la naturaleza de esta tendencia. Estos hechos tampoco han dejado indiferentes a los medios de comunicación, que se hacen eco reiteradamente de la preocupación de los médicos, de los pacientes y de las autoridades sanitarias por las enfermedades alérgicas.

¿Son tan frecuentes las enfermedades alérgicas?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llegado a clasificar las EEAA entre las 6 patologías más frecuentes del mundo. Se estima que pueden afectar al 20-25 % de la población mundial, resultando más afectados los países desarrollados e industrializados que el resto. En nuestro medio, se calcula que una de cada 4 personas puede padecer algún tipo de trastorno alérgico a lo largo de su vida. Las EEAA, constituyen la patología más frecuente en la infancia, de entre las enfermedades crónicas que se pueden presentar en esa etapa. No obstante, existen diferencias notables en la frecuencia de presentación de las distintas EEAA en las distintas áreas geográficas de nuestro país. El asma bronquial, por ejemplo, es más frecuente en zonas costeras e insulares que en las zonas del centro de la península, con oscilaciones que van del 1 al 10 % de la población general, siendo el promedio europeo del 6 %.

No existen datos definitivos de la frecuencia con que se presentan las distintas EEAA, existiendo disparidad de resultados en los distintos estudios realizados. No obstante, sí disponemos de datos fiables sobre el motivo de la consulta a los alergólogos de los pacientes españoles la rinitis alérgica, el asma y la alergia a los medicamentos ocupan los tres primeros lugares con una frecuencia del 54, 23 y 17 % respectivamente.

La rinitis alérgica es el proceso más frecuente, y llega a afectar al 21 % —en promedio— de la población general española, aunque existen, al igual que sucede con el asma, apreciables diferencias geográficas. La dermatitis atópica le sigue en frecuencia, afectando al 4 % de los niños en edad escolar. La alergia a alimentos afecta al 3-5 % de la población infantil, reduciéndose a menos del 2 % en los adultos. Aunque más del 10 % de la población española cree que puede ser alérgica a algún medicamento, cuando se realiza un estudio alergológico apropiado, solo se confirma con certeza en el 29 % de los casos evaluados.

Aparte de la alta frecuencia de las EEAA, también es muy importante su tendencia. Durante la segunda mitad del siglo XX han sufrido un incremento espectacular, multiplicándose su prevalencia por 5 en los países desarrollados. Sin embargo, parece que la tendencia en la última década es hacia el estancamiento, incluso hacia un ligero decrecimiento.

¿Llegan a interferir las enfermedades alérgicas en las actividades cotidianas?

La opinión pública en general tiende a considerar a la EEAA como entidades molestas pero banales. Esta percepción incluso la comparten también algunos médicos. No son pocas las personas que no ven más allá de los síntomas que a veces pueden generar situaciones cómicas o estrambóticas como los estornudos repetidos o un prurito inesperado. Sin embargo, detrás de esos síntomas aparentemente poco trascendentes, se esconden importantes limitaciones en las actividades cotidianas y un notable deterioro en la calidad de vida de los pacientes con EEAA. Es muy importante que el paciente sea consciente de ello y que no se resigne a asumir que esa situación es normal en él. En un alto porcentaje de casos, la mayor parte de las restricciones que encuentran los pacientes en su vida cotidiana pueden desaparecer con un diagnóstico y tratamiento apropiados.

La influencia en las actividades cotidianas ha sido cuantificada en algunas de las EEAA más comunes, como la rinitis y el asma. En estudios realizados en nuestro en medio, se ha podido comprobar que más del 60 % admiten limitaciones en la actividad física y en el trabajo, mientras que casi la tercera parte admiten limitaciones en la conducción de vehículos. Los pacientes con asma parecen sufrir una situación peor: hasta el 90 % admiten limitaciones en su actividad diaria.

Una manera muy fiable de cuantificar la interferencia de la EEAA en la vida cotidiana es la utilización de cuestionarios de calidad de vida relacionada con la salud. Estos instrumentos son un conjunto de ítems o preguntas dirigidos a valorar la interferencia que tiene una enfermedad determinada en la calidad de vida y que el paciente gradúa en una escala numérica de intensidad. Con este método se pueden asignar valores cuantitativos fiables al deterioro de dicha calidad de vida. Además, se puede comparar el deterioro que producen en la misma enfermedades diversas, como el asma, la urticaria o la insuficienciaíaca. Así, se ha podido comprobar que la preocupación que experimenta el paciente por la enfermedad es similar en los pacientes con rinitis y con asma, en contra de lo que cabría esperar, al ser esta segunda enfermedad presumiblemente más grave. También llama la atención el hecho de que los pacientes con urticaria crónica están más afectados que los de asma. En el estudio Alergológica 2015 se comprueba que los pacientes alérgicos tienen una peor calidad de vida que la población general valorada mediante el cuestionario EQ-5D-5L (objetivándose un peor perfil en actividades cotidianas, dolor o malestar y ansiedad o depresión acompañado de un mejor perfil de movilidad y de autocuidado). La figura 1 ofrece de forma gráfica un resumen de los resultados de Alergológica 2015 de las dimensiones del cuestionario EQ-5D-5L.

Figura 1.  Impacto de las enfermedades alérgicas en la calidad de vida relacionada con la salud. Resumen de los resultados de las dimensiones del cuestionario EQ-5D-5L

Figura 1. Impacto de las enfermedades alérgicas en la calidad de vida relacionada con la salud. Resumen de los resultados de las dimensiones del cuestionario EQ-5D-5L (Créditos, F. 2)

¿Alteran el sueño las enfermedades alérgicas?

Sí, el sueño está alterado en las EEAA de forma significativa. Si bien el hecho de que determinadas EEAA como la rinitis el asma o la urticaria, empeoran generalmente por la noche es un fenómeno bien conocido desde el principio, la repercusión de estos procesos en el descanso nocturno no se ha establecido con claridad hasta que se ha empezado a medir, de forma sistematizada, la calidad del sueño en los pacientes afectados. Los estudios realizados en rinitis alérgica han ofrecido los resultados más inesperados, pudiéndose constatar que más de la mitad de los pacientes tienen el sueño alterado y que esta alteración es más patente en los que padecen una obstrucción nasal más intensa y una mayor gravedad clínica. Precisamente, los pacientes con obstrucción nasal intensa tienen mayor riesgo —casi el doble— de desarrollar pausas respiratorias durante el sueño, fenómeno conocido como síndrome de la apnea obstructiva del sueño (SAOS). Por otro lado, más del 40 % de los pacientes con rinitis alérgica padecen somnolencia diurna. La repercusión de todo esto en las actividades cotidianas y rendimiento laboral es evidente y la potencial propensión a sufrir más accidentes debe ser considerada. Afortunadamente, el tratamiento apropiado puede revertir de forma considerable esta alteración.

La presencia de síntomas que alteran el sueño en los pacientes con asma, que no siguen tratamiento, es abrumadora, afectando a más del 75 % de ellos. En los pacientes que siguen un tratamiento convencional para el asma, esta cifra desciende al 30 %.

La urticaria crónica es otra enfermedad que suele empeorar por la noche —especialmente el prurito cutáneo, que sistemáticamente aparece en estos pacientes— alterando la calidad del sueño de forma significativa en más de la mitad de los pacientes. La dermatitis atópica tiene un comportamiento muy similar a la urticaria en cuanto a la alteración de la calidad del sueño.

¿Cuánto cuestan las enfermedades alérgicas?

El coste económico de las EEAA es muy superior al que se podría sospechar. La OMS estima que solo en el asma se invierte el 1 % de todos los recursos sanitarios a nivel mundial, siendo el impacto socioeconómico similar al de la diabetes, la esquizofrenia o la cirrosis hepática.

En España no se dispone de datos sobre el coste total de las EEAA. En regiones europeas con sistemas sanitarios similares al nuestro, como Escocia, las EEAA supone el 4 % de las consultas realizadas en atención primaria y el 1,5 % de todos los ingresos en el hospital, en una zona donde se estima que el 30 % de la población general padece una o más enfermedades alérgicas. Para una población de poco más de 5 millones de habitantes, las EEAA constituyen un gasto anual (teniendo en cuenta solo los costes directos, es decir los derivados de la atención médica y el tratamiento) superior a 150 millones de euros, aproximadamente, unos 100 euros por paciente y año. Los elevados costes directos que suponen las EEAA están obviamente relacionados con la alta frecuencia con que se presentan, además de los notables consumos de medicamentos que precisan para su adecuado control. En un estudio realizado en España se han calculado los costes directos de la rinitis alérgica, que suponen algo más de 550 euros por paciente al año.

Más difícil resulta calcular los costes indirectos, es decir, los derivados de la pérdida de días de trabajo o de la reducción en la productividad laboral. Se estima que estos costes indirectos ascienden al doble de los directos. Una de las enfermedades con mayor absentismo laboral es la dermatitis de contacto ocupacional con una media de 24 días por paciente, según datos obtenidos en EE. UU. El problema en la mayoría de las EEAA es lo que se ha dado en llamar “presentismo”, que consiste en que al trabajador no se ausenta de su puesto, pero reduce significativamente su rendimiento laboral. En la rinitis alérgica, por ejemplo, este fenómeno adquiere una gran magnitud, ya que, una revisión recientemente publicada estima que el promedio de pérdida de productividad de los pacientes sintomáticos se sitúa ente el 30 y el 40 % de la jornada laboral.

¿Condicionan las enfermedades alérgicas la vida de las personas?

Muchas enfermedades alérgicas imponen profundos cambios en el proyecto vital de las personas. Se estima que uno de cada 5 pacientes con asma encuentra limitaciones en la elección de su carrera a consecuencia de la enfermedad. El problema no es menor en los pacientes con procesos cutáneos, como la dermatitis atópica o la urticaria crónica, que cuando son graves o afectan a zonas visibles del cuerpo, reducen notablemente las opciones laborales y de ocio de los pacientes.

La aparición de EEAA de origen ocupacional —causadas por sustancias presentes en el medio laboral—, como la rinitis, el asma o la dermatitis alérgica por contacto, obligan en muchas ocasiones a reorientar la actividad profesional de los pacientes, a menudo con mermas en sus ingresos económicos y en el desarrollo de su carrera profesional. Estos hechos resultan mucho más dramáticos cuando tienen lugar en el seno de negocios familiares o es el propio paciente el que ha invertido su dinero en esa actividad.

Los potentes vínculos afectivos que a menudo desarrollan las personas con sus mascotas generan intensos conflictos cuando el paciente se hace alérgico al animal de compañía. Se trata de un hecho muy frecuente, con el que el alergólogo se enfrenta casi a diario en su consulta, puesto que la retirada del animal del domicilio del paciente sigue siendo la recomendación de elección para tratar eficazmente este problema, incluso a pesar de los grandes avances en tratamientos farmacológicos e inmunoterapia específica acaecidos durante los últimos años.

¿Pueden llegar a ser graves las enfermedades alérgicas?

Aunque los procesos alérgicos leves o moderados predominan sobre los graves, hay cuadros clínicos que constituyen una amenaza para la vida. Se estima que 250.000 personas, en todo el mundo, mueren de asma cada año, o al menos, acortan su vida por la enfermedad. A esto habría que sumar las complicaciones del tratamiento, que generalmente se reducen a los pocos pacientes que actualmente tienen que tomar corticoides orales o inyectados de forma continua, para alcanzar un mínimo grado de control de la enfermedad. Aunque la magnitud del problema no se conoce con exactitud, hasta el 5 % de los asmáticos, en las previsiones menos optimistas, podría encontrarse en esta situación.

Las reacciones anafilácticas constituyen el otro gran grupo de EEAA que pueden poner en riesgo la vida del paciente. La anafilaxia suele manifestarse con síntomas cutáneos como urticaria y angioedema, junto con la afectación de otros sistemas como el respiratorio,iovascular o digestivo. De las reacciones más graves, las catalogadas como shock anafiláctico, se presentan entre 3 y 10 casos nuevos al año por cada 100.000 habitantes, con una mortalidad que llega hasta el 6,5 %, muy superior a la de las reacciones anafilácticas en general. La alergia a los medicamentos, a los alimentos y a las picaduras de himenópteros (abejas y avispas) constituyen los factores precipitantes más frecuentes de este tipo de cuadros clínicos, resultando esencial identificarlos con la máxima precisión posible, con objeto de evitar nuevas exposiciones a los mismos.

Aún existe otro grupo de EEAA, afortunadamente poco numeroso, con una considerable mortalidad, constituido por reacciones graves a medicamentos, además de la mencionada anafilaxia, que afectan a extensas zonas de la piel y de las mucosas y cuyo representante mejor definido es la necrólisis epidérmica tóxica, con una mortalidad de hasta el 20 % de los pacientes afectados.

La alergia a los medicamentos, a los alimentos y a las picaduras de himenópteros (abejas y avispas) constituyen los factores precipitantes más frecuentes de shock anafiláctico.

La alergia a los medicamentos, a los alimentos y a las picaduras de himenópteros (abejas y avispas) constituyen los factores precipitantes más frecuentes de shock anafiláctico. (Créditos, F. 3)

La complejidad de las enfermedades alérgicas ¿es una realidad o un mito?

Existe la creencia popular de que es difícil identificar las causas de las EEAA, lo que constituye un hecho real en no pocas ocasiones. No obstante, la auténtica complejidad de las EEAA radica en su naturaleza. Los fenómenos que han causado la eclosión de las enfermedades alérgicas en la segunda mitad del siglo XX siguen sin aclararse por completo, aunque se sabe que detrás de este suceso hay una complicada interacción entre la constitución genética y las modificaciones en el estilo de vida y en el medio ambiente. Además, la historia natural de las EEAA les confiere un carácter singular, de manera que el mismo individuo va superando distintas etapas con diversas manifestaciones clínicas a lo largo de su vida. En los primeros años son más comunes los cuadros clínicos de alergia a los alimentos, para posteriormente dar paso a los cuadros de alergia respiratoria, durante la adolescencia y la edad adulta. La dermatitis atópica, muy frecuente en la infancia, es más rara en los adultos, pero predispone a los que la han padecido a desarrollar otras EEAA a lo largo de su vida.

Otro factor de complejidad de la EEAA es el carácter sistémico de las mismas. La visión organicista y simplista de las EEAA lleva a suponer que el proceso patológico se ciñe exclusivamente al órgano que está más visiblemente afectado. Es una concepción errónea muy extendida. Uno de los ejemplos que contradicen esta percepción es el de la rinitis alérgica, que lejos de ser una enfermedad exclusiva de la nariz, supone una participación de múltiples órganos y sistemas. Esta enfermedad implica al sistema sanguíneo y la médula ósea en la producción y transporte de células con actividad inflamatoria a la mucosa nasal, afectando, por añadidura, al pulmón y las conjuntivas oculares con frecuencia, y produciendo manifestaciones clínicas generales, como malestar, cefalea, astenia y alteración del estado de ánimo. Además, la rinitis alérgica se asocia a menudo a alergia a los alimentos de origen vegetal, complicando su diagnóstico y tratamiento.

Nuevos retos complican el panorama diagnóstico y terapéutico de las EEAA, aparecen nuevas enfermedades, como la esofagitis eosinofílica, por ejemplo, que cursa con una inflamación intensa de la mucosa esofágica, la cual aparece infiltrada por eosinófilos —células de la sangre que tienden a concentrarse en los lugares donde se producen reacciones alérgicas—, y en la que resulta difícil identificar los alérgenos potencialmente causantes de la misma.

¿Preocupan las enfermedades alérgicas a los agentes sociales?

Las autoridades sanitarias de los países desarrollados empiezan a concienciarse del gran impacto económico y social que tienen las EEAA en la actualidad y están facilitando el desarrollo de programas e iniciativas para mejorar su diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, apenas existen estrategias comunes. La más notable es la GA²LEN (Global Allergy and Asthma European Network) que se ha planteado como red de investigación y está financiada por la Comunidad Europea. Esta plataforma ha respaldado iniciativas como la actualización de consensos de diagnóstico y tratamiento de la rinitis, el asma o la urticaria. La financiación pública también ha apostado fuerte por el estudio de la historia natural del asma y de los factores que pueden favorecer o dificultar el desarrollo de esta enfermedad. Así se han sufragado decenas de costosos estudios de seguimiento, realizados sobre miles de individuos, que son observados desde el nacimiento a la adolescencia, para identificar los factores que propician la aparición de asma y otras EEAA. Los resultados están siendo evaluados en la actualidad. Especialmente notorio es el estudio ISAAC (International Study of Asthma and Allergies in Childhood), que estudia la prevalencia de las EEAA en la infancia, con la participación de más de 100 países y unos dos millones de niños en todo el mundo, a lo largo de los últimos 20 años.

Por otro lado, los medios de comunicación también expresan un alto interés en las EEAA, conscientes de su gran alcance social. Las secciones de salud de prensa, radio y televisión se hacen eco, con frecuencia, de aspectos relacionados con la alergia, alcanzando su máximo con la información relativa a la alergia al polen. Las EEAA están entre los 4 o 5 apartados relacionados con la salud que más impacto producen en los medios de comunicación, junto con las enfermedades neurológicas, lasiovasculares y el cáncer.

También es importante mencionar que las asociaciones de pacientes, fruto de la preocupación de enfermos y familiares por la afección que sufren, están desarrollando un papel muy importante en la concienciación social y política de la importancia de las EEAA. Promueven de forma eficaz el acceso de los pacientes a información útil, relativa a su enfermedad y facilitan el desarrollo de programas de educación para enfermos y familiares. Su actividad puede influir en decisiones políticas encaminadas a producir mejoras en la asistencia a los que sufren estas enfermedades. En las tablas 1 y 2 se recogen algunas de las asociaciones de pacientes más activas en nuestro país.

Nombre Página web
Asociación de Afectados por la Dermatitis Atópica (AADA) asociacionafectadosdermatitisatopica.com/
Asociación de Afectados de Urticaria Crónica (AAUC) www.urticariacronica.org/
Asociación Basada en la Lucha de los Alérgicos Alimentarios (ABLAA) www.ablaa.org/
Asociación Española de Angioedema Familiar por Deficiencia de C1-Inhibidor (AEDAF) angioedema-aedaf.haei.org/
Asociación Española de Esofagitis Eosinofílica (AEDESEO) aedeseo.es/
Asociación Española de Déficits Inmunitarios Primarios (AEDIP) www.aedip.com/
Asociación Española de Angioedema Familiar por Deficiencia de C1-Inhibidor (AEDAF) angioedema-aedaf.haei.org/
Asociación Española de Mastocitosis y Enfermedades Relacionadas (AEDM) www.mastocitosis.com/
Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex (AEPNAA) https://www.aepnaa.org/
Alergicus. Gestión de la Alergia Alimentaria en la Escuela www.alergicus.org/
Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER) fenaer.es/

Tabla 1. Asociaciones de pacientes de ámbito nacional relacionadas con enfermedades alérgicas que permanecen activas en la actualidad

Nombre Página web
Asociación de Pacientes Asmáticos de Asturias (AAPA) https://www.tucuentasmucho.com/cuidarse/AAPA/
Asociación de Alergia Alimentaria de Canarias (ADAAEEC) https://www.facebook.com/pages/category/Nonprofit-Organization/Adaaec-Asociaci%C3%B3n-de-Alergia-Alimentaria-de-Canarias-1678108425792141/
Asociación Extremeña de Alergia a Alimentos (AEXAAL) https://www.aexaal.org
Asociacion Alergicos a Alimentos de Guadalajara (Alerguada) https://alerguada.org/
Asociación de Alérgicos y Asmáticos de Jaén (ALERJA) https://fenaer.es/alerja/
Asociación de Alérgicos y Enfermos Respiratorios de Málaga (ALERMA) https://es-es.facebook.com/ALERMA-Asociaci%C3%B3n-de-Al%C3%A9rgicos-y-Enfermos-Respiratorios-de-M%C3%A1laga-337395213055249/
Almansa Reacciona https://www.facebook.com/Almansa-Reacciona-414803542203649/
Asociación Navarra de Alérgicos y Asmáticos (ANAYAS) https://www.somospacientes.com/anayas/
Asociación de Asmáticos Madrileños (ASMAMADRID) http://www.asmamadrid.org/
Asociación de Asmáticos y Alérgicos “Aire Libre” de Granada https://www.facebook.com/ascasmaticosyalergicos.airelibregranada
Asociación Andaluza de Alergia a Alimentos (AVANZAX) http://www.asociacionavanzax.org/
Sevilla Respira. Asociación de Alérgicos y Enfermos Respiratorios de Sevilla https://sevillarespira.org

Tabla 2. Asociaciones de pacientes de ámbito regional relacionadas con enfermedades alérgicas que permanecen activas en la actualidad

Autores

Autores

Dr. Carlos Colás Sanz

Médico especialista en Alergología. Jefe de Servicio de Alergología del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa-Instituto de Investigación Sanitaria Aragón, Zaragoza

Dr. José Luis Cubero Saldaña

Médico especialista en Alergología. Servicio de Alergología del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa-Instituto de Investigación Sanitaria Aragón, Zaragoza

Dr. Tomás Chivato Pérez

Médico especialista en Alergología. Catedrático y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo, Madrid. Vicepresidente de Ciencia de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica

Índice de preguntas

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Anexos

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Bibliografía

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