Fundación BBVA

El libro de las enfermedades alérgicas

Editores: Dr. José Manuel Zubeldia, Dra. M.ª Luisa Baeza, Dr. Tomás Chivato, Dr. Ignacio Jáuregui y Dr. Carlos J. Senent

Fundación SEAIC
Buscar

El libro de las enfermedades alérgicas

Editores: Dr. José Manuel Zubeldia, Dra. M.ª Luisa Baeza, Dr. Tomás Chivato, Dr. Ignacio Jáuregui y Dr. Carlos J. Senent

Sección VIII / Capítulo 35

La alergia al látex

Resumen

Resumen
  • El látex o caucho natural es un producto vegetal procesado que, por sus propiedades elásticas, tiene múltiples aplicaciones.
  • La alergia mediada por IgE al látex es muy importante, debido a su frecuencia y potencial gravedad.
  • Hay determinados grupos que tienen mayor riesgo de padecer alergia al látex, como los trabajadores expuestos a látex en su medio laboral (p. ej., el personal sanitario).
  • La alergia al látex se manifiesta en forma de reacciones alérgicas a los pocos minutos de la exposición al producto que contiene látex.
  • El diagnóstico de la alergia al látex lo hace el alergólogo, basándose en la historia clínica, que se complementa con determinadas pruebas de alergia.
  • Una vez se diagnostica al paciente de alergia al látex, el tratamiento se basa en evitar el contacto con los productos que contienen esta sustancia.
  • Existe una serie de medidas útiles para prevenir la alergia al látex, como la no utilización de guantes de látex empolvados.
  • Hay alergias a determinados alimentos vegetales que se asocian a la alergia al látex, lo que constituye el denominado síndrome de alergia a látex-frutas.

Preguntas y respuestas

Resumen

¿Qué es el látex natural?

Se conoce como látex o caucho natural a la savia lechosa de determinadas plantas que, una vez procesada, muestra unas propiedades elásticas que le confieren numerosas aplicaciones. Desde el punto de vista comercial, la principal fuente de látex natural es la Hevea brasiliensis, que es un árbol originario del Brasil. Por este motivo, en adelante se hará referencia únicamente al caucho natural o látex de este árbol.

Desde el punto de vista histórico, el caucho natural ya era conocido por las civilizaciones precolombinas de América Central, América del Sur y del Caribe, que lo utilizaban para fabricar prendas de vestir y juguetes, hecho que ya observaron los primeros exploradores españoles. El descubrimiento accidental por Goodyear en 1839 del proceso de vulcanización, por el cual el látex es calentado en presencia de sulfuro, lo cual mejora su elasticidad y conservación, aseguró su éxito industrial. Por esa época comenzó a cultivarse la Hevea con fines comerciales en el Sureste Asiático, región que pronto se convertiría en la principal productora de látex natural, situación que se mantiene hasta la actualidad.

Obtención de látex natural a partir de la Hevea.

Obtención de látex natural a partir de la Hevea. (Créditos, F. 157)

¿Para qué sirve el látex natural?

Hoy día miles de productos de uso cotidiano contienen caucho natural. Entre otros, se utiliza para fabricar globos, juguetes (pelotas, muñecas, etc.), elásticos, chupetes, tetinas, equipajes deportivos, ropa impermeable, alfombras, neumáticos, adhesivos, pinturas, suelas de zapatos, colchones, almohadas, gomas y un largo sinfín de útiles de uso diario. Además, el caucho natural también sirve para fabricar numerosos utensilios médicos, incluyendo guantes, preservativos, diafragmas, diques odontológicos, sondas, mascarillas faciales, ambúes, vendajes elásticos y otros muchos.

Gracias a los avances tecnológicos, se dispone desde hace años de productos sintéticos con propiedades muy similares al caucho natural que, de hecho, cubren en la actualidad la mayor parte de la demanda mundial de látex. Por ejemplo, en referencia a los guantes, existen productos sintéticos como el neopreno, que es virtualmente idéntico al látex natural en sus propiedades físicas. Otros productos sintéticos como el vinilo, el nitrilo o la silicona pueden, en mayor o menor medida, sustituir al látex natural. Estos productos sintéticos ocasionan muchos menos problemas de alergia. Sin embargo, el caucho natural sigue siendo imprescindible en la sociedad moderna, debido a sus propiedades físicas óptimas y a su menor coste.

¿Qué tipos de reacciones ocasionan los productos de látex natural?

Los productos elaborados con látex natural pueden ocasionar tres tipos distintos de reacciones, atendiendo al mecanismo que las origina:

  • Dermatitis (inflamación de la piel) irritativa: se caracteriza por la irritación de la piel en la zona de contacto con el producto de látex. Es debida al roce reiterado o contacto prolongado con el látex, no está mediada por ningún mecanismo inmunológico (es decir, no están implicados los sistemas de defensa del organismo) y mejora al cesar el contacto y cuidar adecuadamente la piel. Es la reacción más frecuente a los productos elaborados con látex pero, a su vez, la menos trascendente. El ejemplo característico ocurre cuando las manos se irritan por el uso continuo de guantes de látex, junto con el lavado reiterado con jabones potencialmente abrasivos.
  • Dermatitis de contacto: también se caracteriza por la inflamación de la piel en la zona de contacto con látex pero, a diferencia de la anterior, está mediada por un mecanismo inmunológico de alergia de tipo IV (mediada por células o retardada). Resulta de la respuesta específica de los linfocitos (que son unas de las células de defensa) a determinados productos químicos que se le añaden al caucho en su proceso de fabricación, como el tiuram, los carbamatos, el mercaptobenzotiazol o la parafenilenodiamina. Las dermatitis de contacto por productos a base de látex se conocen desde hace muchos años y se diagnostican por medio de pruebas epicutáneas (colocación de parches en la espalda), con una batería de diversos compuestos químicos, cuyos resultados se obtienen a los 3 o 4 días de la aplicación, de ahí el nombre de alergia retardada. Este tipo de alergia la estudian y tratan indistintamente los dermatólogos (médicos especialistas en enfermedades de piel) o los alergólogos (médicos especialistas en enfermedades alérgicas).
  • Alergia inmediata, también llamada alergia de tipo I: es la reacción adversa mediada por inmunoglobulinas de tipo E (IgE, que es un tipo concreto de anticuerpos, proteínas que utiliza nuestro sistema de defensa para identificar y neutralizar potenciales agresores) específicas contra proteínas del látex natural. Este tipo de alergia se comenzó a conocer y diagnosticar hace unos 30 años; puede causar reacciones generalizadas (que no se limitan a la zona de contacto, sino que pueden afectar a todo el organismo) y suele manifestarse a los pocos minutos de la exposición al producto de látex, de ahí que se denomine alergia inmediata. Esta alergia de tipo I o mediada por IgE es de gran importancia y a ella se hace referencia cuando se habla de forma genérica de “alergia al látex”. Este tipo de alergia es diagnosticada y tratada por los alergólogos.
El personal sanitario constituye uno de los grupos de riesgo para padecer alergia al látex.

El personal sanitario constituye uno de los grupos de riesgo para padecer alergia al látex. (Créditos, F. 158)

¿Por qué es tan importante la alergia al látex natural?

La alergia mediada por IgE a las proteínas del látex natural ha demostrado ser de suma importancia en la medicina moderna, debido a los siguientes aspectos:

  • Su elevada prevalencia (término que hace alusión a la proporción de individuos enfermos en un grupo): si bien la prevalencia de alergia al látex en la población general se estima por debajo del 1 %, sin embargo puede alcanzar cifras muy superiores en determinados grupos de riesgo (o predispuestos a padecer esta enfermedad, ver más abajo).
  • Con respecto a la prevalencia, aunque se ha observado una reducción en los últimos años, asociada a un menor uso de guantes de látex empolvados en los países desarrollados, la pandemia de COVID-19 ha conllevado un aumento en el uso de guantes y otros productos de látex, que puede dar lugar a un repunte de esta patología.
  • La potencial gravedad de las reacciones que induce: puede ocasionar reacciones alérgicas generalizadas (denominadas reacciones anafilácticas, de anafilaxia sistémica o de choque anafiláctico), que incluso comprometan la vida del paciente. Ocurren típicamente en el transcurso de exploraciones médicas, radiológicas, ginecológicas, procedimientos odontológicos o intervenciones quirúrgicas; si bien también pueden acontecer fuera del ambiente sanitario. De hecho, se estima que la alergia al látex es responsable aproximadamente de una de cada seis reacciones anafilácticas que ocurren durante las intervenciones quirúrgicas, así como de alrededor de una de cada veinte reacciones anafilácticas que se atienden en los Servicios de Urgencias.
  • Su capacidad para inducir asma bronquial profesional entre trabajadores que utilizan guantes de látex: se estima que hasta uno de cada diez trabajadores que precisan guantes de látex en su medio laboral acaban padeciendo asma bronquial (crisis de dificultad respiratoria por inflamación de los bronquios). Si no se diagnostica y trata a tiempo, esta enfermedad puede ser progresiva y llegar a ocasionar pérdida irreversible de la capacidad respiratoria, e incluso incapacidad laboral transitoria o permanente.
  • La asociación de alergia al látex con alergia a determinados alimentos: conocido como síndrome de alergia a látex-frutas. A raíz de la observación clínica de la asociación frecuente de alergia a determinados alimentos con la alergia al látex natural, se descubrió la existencia de reacción cruzada entre ciertos alérgenos (las proteínas que causan la alergia) del látex y de algunos frutos. Como consecuencia, aproximadamente la mitad de los pacientes alérgicos al látex pueden presentar reacciones alérgicas a alimentos, en cuyo caso su dieta debería estar exenta de ellos (ver más adelante).

¿Quiénes están en riesgo de padecer alergia al látex natural?

Si bien cualquier persona puede llegar a ser alérgica al látex, hay grupos específicos que pesentan un riesgo mayor de padecer esta enfermedad, en concreto:

  • Los niños con espina bífida (que es una malformación congénita del tubo neural): alrededor de la mitad de estos pacientes pueden tener alergia al látex. Esto es debido a que las intervenciones quirúrgicas en los primeros días de vida, que estos pacientes suelen precisar, parecen favorecer en gran medida la aparición de alergia al látex.
  • Los trabajadores sanitarios, con una prevalencia estimada del 10 %, si bien varía en función de la distinta utilización de guantes de látex en las diferentes zonas de trabajo.
  • Cualquier otro grupo de trabajadores que estén expuestos a látex natural, bien por utilizar guantes de látex en su trabajo (como personal de limpieza, de seguridad, manipuladores de alimentos, trabajadores de invernaderos, amas de casa, etc.) o por trabajar en un fábrica de productos de látex (p. ej., en fábricas de juguetes, colchones, guantes, etc.). De este modo, alrededor del 5 % de los trabajadores de invernaderos de flores, que usan guantes de ama de casa para proteger sus manos, se hacen alérgicos al látex.
  • Individuos que han sido operados en múltiples ocasiones: a mayor número de intervenciones quirúrgicas, más probabilidad de padecer alergia al látex. De hecho, se estima que cerca de un 6 % de los pacientes que han sido sometidos a más de 5 operaciones son alérgicos al látex.
  • Individuos alérgicos a determinados alimentos vegetales, como el plátano, el kiwi, el aguacate o la castaña, entre otros, que se asocian de manera muy significativa a alergia al látex. De tal forma que el diagnóstico de alergia a cualquiera de estos alimentos obliga a descartar una alergia asociada a látex. Esta es la base del ya mencionado síndrome de alergia a látex-frutas (ver detalles adicionales más adelante).
  • Los pacientes con atopia (es decir, individuos que tienen predisposición a padecer enfermedades alérgicas mediadas por anticuerpos IgE, habitualmente demostrada por la presencia de pruebas cutáneas positivas a los alérgenos que sean más habituales en la zona geográfica correspondiente), tienen tres veces más posibilidades de ser alérgicos al látex que la población general.

¿Cómo se manifiesta la alergia al látex natural?

Desde el punto de vista clínico, la alergia al látex se puede manifestar con cualquiera de los síntomas y signos típicos de las reacciones alérgicas mediadas por IgE. Su característica fundamental consiste en que estos ocurren a los pocos minutos de la exposición al látex, casi siempre en la primera hora tras el contacto. Es muy importante ser consciente de que incluso el paciente con la forma más leve de alergia al látex, si es operado o explorado con guantes u otros productos de látex, puede presentar una reacción tan grave que incluso llegue a poner en riesgo su vida.

Las principales manifestaciones clínicas de la alergia al látex, que pueden aparecer aisladas o en combinación, son las siguientes:

  • Urticaria local: caracterizada por picor y ronchas en la zona de contacto con el producto de látex, que suele desaparecer en minutos tras cesar el contacto y lavar la zona (p. ej., ronchas en el dorso de la mano a los pocos minutos de comenzar a utilizar guantes de látex).
  • Urticaria generalizada: este término hace alusión a picor y ronchas por todo el cuerpo, que aparecen de forma inmediata tras la exposición al producto de látex (p. ej., ponerse unos guantes de látex y a los pocos minutos llenarse de ronchas todo el cuerpo).
  • Angioedema: consiste en la hinchazón en la zona de contacto o a distancia (p. ej., al ponerse unos guantes de látex puede hincharse la cara a los pocos minutos). En los niños alérgicos a látex, es característico el angioedema de los labios tras inflar globos; con frecuencia esta es la reacción que motiva el estudio por parte del alergólogo y el diagnóstico de la alergia al látex en la edad infantil.
  • Rinoconjuntivitis: se refiere a las molestias nasales (como estornudos, picor, mucosidad, congestión nasal) y/o oculares (picor, enrojecimiento, lagrimeo) a los pocos minutos de exponerse al producto de látex. La difusión por vía aérea de los alérgenos del látex, que se unen al almidón de maíz que se utiliza para empolvar los guantes u otros productos de látex, hace que la rinoconjuntivitis pueda ocurrir sin contacto directo (p. ej., comenzar a utilizar guantes de látex y a los pocos minutos tener molestias rinoconjuntivales más o menos intensas, con o sin otros síntomas de reacción).
  • Asma bronquial: se traduce en crisis de tos, opresión torácica, dificultad respiratoria y sibilancias (pitidos) audibles al respirar, a los pocos minutos de contactar con el producto de látex. De nuevo, la simple inhalación de polvillo de guantes u otros productos de látex, sin necesidad de contacto directo, puede causar asma bronquial. La mayoría de los casos de asma bronquial por látex son resultado de la exposición en el medio laboral, lo que añade más trascendencia a esta enfermedad.
  • Anafilaxia sistémica: reacción generalizada que afecta a más de dos órganos o sistemas, que de forma característica cursa con urticaria/angioedema, rinoconjuntivitis, asma bronquial, síntomas digestivos, etc. En su forma más grave, el denominado choque anafiláctico, se acompaña de colapso circulatorio (hipotensión, fallo cardíaco) y/o fracaso respiratorio (por crisis grave de asma bronquial o por angioedema de laringe), que comprometen la vida del paciente.

¿Cómo se diagnostica la alergia al látex natural?

La base para llegar al diagnóstico de una alergia al látex es la historia clínica de reacciones adversas a los pocos minutos de exponerse a productos de látex, que cursen con los síntomas y signos típicos de las reacciones mediadas por IgE, detallados anteriormente.

Todo médico general o especialista que atienda un paciente que cuente una historia sugestiva de alergia al látex, una historia de reacción alérgica que tenga causa desconocida, una posible reacción alérgica en el trancurso de un procedimiento sanitario, o bien una reacción sugestiva de alergia a las frutas relacionadas con el síndrome de alergia a látex-frutas, deberá remitir al paciente a la consulta del alergólogo para su estudio.

El alergólogo se apoya en una serie de pruebas diagnósticas, que permiten confirmar o descartar la alergia al látex, y son principalmente las siguientes:

  • La prueba cutánea en prick (también llamada intraepidérmica) con extractos de látex: es un método diagnóstico rápido y fiable, pero no exento de riesgo, por lo que debe ser realizado bajo supervisión de un alergólogo. Consiste en la aplicación sobre la piel del antebrazo de una gota de extracto de látex, tocando la piel a través de la gota con la punta de una lanceta. En caso de alergia, aparecerá una roncha a los pocos minutos en la zona de aplicación. Una prueba cutánea positiva no siempre implica alergia, (ni una prueba cutánea negativa conlleva siempre la ausencia de alergia), por lo que su resultado debe ser siempre interpretado por un alergólogo.
  • La determinación de los niveles de IgE en un análisis de sangre frente al látex o a sus alérgenos: se trata de un método fiable, aunque más lento y costoso que la prueba cutánea. Pero, de nuevo, la determinación de IgE puede dar resultados falsos, bien sean positivos o negativos, por lo que al igual que la anterior debe ser siempre interpretado por un alergólogo.
  • Las pruebas de exposición controlada (o de provocación) con látex: la más utilizada es la prueba de uso de guante, que se realiza bajo estricta supervisión médica en los Servicios de Alergia, en los que se cuenta con los medios y el personal necesarios para tratar cualquier tipo de reacción alérgica. Suele ser muy útil para resolver los casos dudosos, o aquellos en los que es especialmente relevante confirmar o descartar la alergia al látex, como por ejemplo en la alergia profesional.

¿Cómo se trata la alergia al látex natural?

Con respecto al tratamiento de la alergia al látex, hay que distinguir el tratamiento de las reacciones del tratamiento de la alergia en sí.

Las reacciones alérgicas al látex se tratan como cualquier otra reacción alérgica, contrarrestando con la medicación adecuada los síntomas y signos de la reacción. Mientras que las reacciones leves suelen remitir con antihistamínicos, corticoides y/o inhaladores antiasmáticos, el tratamiento de elección para las reacciones graves es la adrenalina, también llamada epinefrina. Este último medicamento debe administrarse de forma precoz tras el inicio de la reacción, por lo que existe adrenalina autoinyectable para los pacientes con riesgo de presentar reacciones graves. El alergólogo se encargará de prescribirla a aquellos pacientes que la requieran.

Una vez diagnosticada la alergia al látex, la base del tratamiento etiológico (dirigido específicamente hacia la causa de la enfermedad) es la evitación total de cualquier exposición a látex. Esto puede resultar muy difícil dada la ubicuidad de productos a base de látex. Y es especialmente complicado en los trabajadores sanitarios.

Para los pacientes alérgicos al látex, en general, se recomienda evitar todo contacto con productos que contengan esta sustancia. Además, si precisan ser explorados u operados, debe utilizarse guantes sintéticos (de neopreno, nitrilo, etc.). El resto de material sanitario, como sondas, mascarillas, etc., también debe estar exento de látex (hay alternativas disponibles exentas de látex para las sondas, mascarillas y resto del material, elaboradas a base de neopreno, nitrilo, silicona y otros materiales sintéticos).

Cuando se trata de una alergia al látex profesional, como es el caso de los trabajadores sanitarios, además de las recomendaciones generales que acabamos de mencionar, se debe evitar la exposición a látex en el medio laboral. Esto incluye la evitación del uso de guantes de látex, utilizando en su lugar guantes no estériles de nitrilo, guantes estériles de neopreno, etc.

Por último, en España se dispone de una vacuna antialérgica para tratar la alergia al látex, que se administra por vía sublingual (debajo de la lengua) y puede mejorar el curso de esta enfermedad. Tiene unas indicaciones precisas, no siendo recomendable para todos los pacientes alérgicos, por lo que siempre debe ser un alergólogo quien decida si está indicada su prescripción.

¿Cómo se previene la alergia al látex?

Las siguientes medidas ayudan a prevenir la alergia al látex:

  • Los niños con espina bífida y otras malformaciones congénitas menos frecuentes, que se asocian con un altísimo riesgo de padecer alergia al látex, deben evitar todo contacto con él desde su nacimiento.
  • Los guantes de látex solo deben utilizarse para evitar el contagio de determinados virus por parte de profesionales expuestos a fluidos biológicos, como la sangre humana. En otras palabras, colectivos profesionales como manipuladores de alimentos, trabajadores de invernaderos o amas de casa, que requieren guantes por motivos higiénicos o para proteger las manos, nunca deberían utilizar guantes de látex, debiendo emplear en su lugar guantes exentos de este material.
  • Respecto al asma bronquial profesional por látex, se ha demostrado que su aparición se relaciona directamente con la utilización de guantes de látex empolvados, ya que los alérgenos de látex que pasan al aire con el polvillo y se inhalan son los responsables del desarrollo del asma bronquial por látex y de las crisis subsiguientes. La recomendación preventiva a este respecto es que los guantes de látex empolvados deben dejar de utilizarse, siendo sustituidos por guantes de látex sin empolvar o guantes exentos de este material. Esta medida ha demostrado ser muy eficaz en la reducción del asma bronquial por látex.
  • Los pacientes alérgicos al látex deberían llevar una pulsera o medalla con la leyenda “Alergia al Látex”, y/o una copia del informe médico siempre disponible en su bolso o cartera, por si precisan asistencia urgente para que los profesionales sanitarios sean conscientes de su problema alérgico.
  • A la luz de los conocimientos actuales, parece razonable recomendar la evitación de látex en el primer año de vida (chupetes, tetinas, juguetes, etc.), ya que esta edad parece muy importante a la hora de determinar futuras alergias; no obstante, por el momento no hay pruebas científicas que avalen esta recomendación.
  • Para prevenir reacciones es importante el correcto etiquetado de todos los productos que contienen látex, para lo cual hay normativas específicas a nivel tanto nacional como internacional, que indican que todo producto que contenga látex natural debe indicarlo en su etiquetado.
  • Productos como los colchones y las almohadas de látex deberían advertir del riesgo potencial que tienen para los pacientes alérgicos al látex (de forma paradójica, muchos de estos productos son anunciados como “antialérgicos”).
  • Además, se dispone de protocolos específicos para el tratamiento de los pacientes alérgicos al látex en el medio sanitario, en urgencias, quirófanos, hospitalización, etc. De tal modo que los productos alternativos libres de látex deben estar siempre disponibles por si hay que atender a un paciente alérgico.
  • También se ha demostrado la trasferencia de alérgenos de los guantes de látex a la comida, por lo que nunca debe utilizarse guantes de látex para manipular alimentos, ya que pueden ocasionar reacciones por ingestión en los pacientes alérgicos.
Parece razonable recomendar la evitación de látex en el primer año de vida (chupetes, tetinas, juguetes, etc.), ya que esta edad parece muy importante a la hora de determinar futuras alergias.

Parece razonable recomendar la evitación de látex en el primer año de vida (chupetes, tetinas, juguetes, etc.), ya que esta edad parece muy importante a la hora de determinar futuras alergias. (Créditos, F. 159)

El Síndrome de Alergia a Látex-Frutas

Como ya se mencionó anteriormente, cerca de la mitad de los pacientes alérgicos al látex pueden sufrir reacciones alérgicas a determinados alimentos vegetales. En concreto, se trata de frutos como los plátanos, las castañas, los aguacates, los kiwis y diversas frutas sobre todo tropicales.

Esta asociación tan llamativa se ha denominado síndrome de alergia a látex-frutas o de forma abreviada síndrome látex-frutas. Se explica por el gran parecido entre determinados alérgenos del látex y de los alimentos vegetales implicados en el síndrome. Como consecuencia, los anticuerpos IgE se “confunden” y reaccionan indistintamente contra el látex o contra los alimentos mencionados.

La clínica de estas reacciones alérgicas a alimentos suele ser inmediata tras su ingestión (a los pocos minutos), y cursa con los síntomas y signos propios de las reacciones alérgicas mediadas por IgE. Abarcan desde la forma más leve, el denominado síndrome de alergia oral (picor y enrojecimiento alrededor de la boca inmediatos tras ingerir el alimento), hasta la forma más grave de anafilaxia, pasando por cuadros moderados como urticaria, angioedema, asma bronquial, síntomas digestivos, etc.

El diagnóstico de la alergia a alimentos lo debe realizar el alergólogo. De nuevo, al igual que con la alergia al látex, se basa en la historia clínica de reacciones alérgicas a los pocos minutos de, en este caso, ingerir los alimentos. La sospecha clínica se confirma con pruebas cutáneas y determinación de anticuerpos IgE en sangre. En ocasiones, es preciso recurrir a pruebas de provocación oral con los alimentos (ingestión bajo supervisión por parte del alergólogo), para confirmar o descartar el diagnóstico de sospecha.

Una vez diagnosticada la alergia a los alimentos, se debe seguir dieta exenta de aquellos alimentos a los que cada paciente es alérgico. De momento, no se dispone de tratamientos curativos para este tipo de alergia.

La trascendencia de este síndrome clínico es doble:

  • Por un lado, a todo paciente alérgico al látex se le debe realizar un estudio para descartar alergia a alimentos vegetales y, de este modo, prevenir reacciones alérgicas a alimentos, que puedan ser potencialmente graves.
  • Y, por otro lado, en todo paciente que consulta por alergia a los alimentos vegetales implicados con mayor frecuencia en el síndrome, se debe sospechar y descartar una posible alergia a látex subyacente. De esta forma, se previene que ocurran reacciones alérgicas potencialmente graves en el transcurso de procedimientos sanitarios a los que podría tener que someterse algún día.

Resumen

Resumen
  • El látex o caucho natural es un producto vegetal procesado que, por sus propiedades elásticas, tiene múltiples aplicaciones.
  • La alergia mediada por IgE al látex es muy importante, debido a su frecuencia y potencial gravedad.
  • Hay determinados grupos que tienen mayor riesgo de padecer alergia al látex, como los trabajadores expuestos a látex en su medio laboral (p. ej., el personal sanitario).
  • La alergia al látex se manifiesta en forma de reacciones alérgicas a los pocos minutos de la exposición al producto que contiene látex.
  • El diagnóstico de la alergia al látex lo hace el alergólogo, basándose en la historia clínica, que se complementa con determinadas pruebas de alergia.
  • Una vez se diagnostica al paciente de alergia al látex, el tratamiento se basa en evitar el contacto con los productos que contienen esta sustancia.
  • Existe una serie de medidas útiles para prevenir la alergia al látex, como la no utilización de guantes de látex empolvados.
  • Hay alergias a determinados alimentos vegetales que se asocian a la alergia al látex, lo que constituye el denominado síndrome de alergia a látex-frutas.

Preguntas y respuestas

Resumen

¿Qué es el látex natural?

Se conoce como látex o caucho natural a la savia lechosa de determinadas plantas que, una vez procesada, muestra unas propiedades elásticas que le confieren numerosas aplicaciones. Desde el punto de vista comercial, la principal fuente de látex natural es la Hevea brasiliensis, que es un árbol originario del Brasil. Por este motivo, en adelante se hará referencia únicamente al caucho natural o látex de este árbol.

Desde el punto de vista histórico, el caucho natural ya era conocido por las civilizaciones precolombinas de América Central, América del Sur y del Caribe, que lo utilizaban para fabricar prendas de vestir y juguetes, hecho que ya observaron los primeros exploradores españoles. El descubrimiento accidental por Goodyear en 1839 del proceso de vulcanización, por el cual el látex es calentado en presencia de sulfuro, lo cual mejora su elasticidad y conservación, aseguró su éxito industrial. Por esa época comenzó a cultivarse la Hevea con fines comerciales en el Sureste Asiático, región que pronto se convertiría en la principal productora de látex natural, situación que se mantiene hasta la actualidad.

Obtención de látex natural a partir de la Hevea.

Obtención de látex natural a partir de la Hevea. (Créditos, F. 157)

¿Para qué sirve el látex natural?

Hoy día miles de productos de uso cotidiano contienen caucho natural. Entre otros, se utiliza para fabricar globos, juguetes (pelotas, muñecas, etc.), elásticos, chupetes, tetinas, equipajes deportivos, ropa impermeable, alfombras, neumáticos, adhesivos, pinturas, suelas de zapatos, colchones, almohadas, gomas y un largo sinfín de útiles de uso diario. Además, el caucho natural también sirve para fabricar numerosos utensilios médicos, incluyendo guantes, preservativos, diafragmas, diques odontológicos, sondas, mascarillas faciales, ambúes, vendajes elásticos y otros muchos.

Gracias a los avances tecnológicos, se dispone desde hace años de productos sintéticos con propiedades muy similares al caucho natural que, de hecho, cubren en la actualidad la mayor parte de la demanda mundial de látex. Por ejemplo, en referencia a los guantes, existen productos sintéticos como el neopreno, que es virtualmente idéntico al látex natural en sus propiedades físicas. Otros productos sintéticos como el vinilo, el nitrilo o la silicona pueden, en mayor o menor medida, sustituir al látex natural. Estos productos sintéticos ocasionan muchos menos problemas de alergia. Sin embargo, el caucho natural sigue siendo imprescindible en la sociedad moderna, debido a sus propiedades físicas óptimas y a su menor coste.

¿Qué tipos de reacciones ocasionan los productos de látex natural?

Los productos elaborados con látex natural pueden ocasionar tres tipos distintos de reacciones, atendiendo al mecanismo que las origina:

  • Dermatitis (inflamación de la piel) irritativa: se caracteriza por la irritación de la piel en la zona de contacto con el producto de látex. Es debida al roce reiterado o contacto prolongado con el látex, no está mediada por ningún mecanismo inmunológico (es decir, no están implicados los sistemas de defensa del organismo) y mejora al cesar el contacto y cuidar adecuadamente la piel. Es la reacción más frecuente a los productos elaborados con látex pero, a su vez, la menos trascendente. El ejemplo característico ocurre cuando las manos se irritan por el uso continuo de guantes de látex, junto con el lavado reiterado con jabones potencialmente abrasivos.
  • Dermatitis de contacto: también se caracteriza por la inflamación de la piel en la zona de contacto con látex pero, a diferencia de la anterior, está mediada por un mecanismo inmunológico de alergia de tipo IV (mediada por células o retardada). Resulta de la respuesta específica de los linfocitos (que son unas de las células de defensa) a determinados productos químicos que se le añaden al caucho en su proceso de fabricación, como el tiuram, los carbamatos, el mercaptobenzotiazol o la parafenilenodiamina. Las dermatitis de contacto por productos a base de látex se conocen desde hace muchos años y se diagnostican por medio de pruebas epicutáneas (colocación de parches en la espalda), con una batería de diversos compuestos químicos, cuyos resultados se obtienen a los 3 o 4 días de la aplicación, de ahí el nombre de alergia retardada. Este tipo de alergia la estudian y tratan indistintamente los dermatólogos (médicos especialistas en enfermedades de piel) o los alergólogos (médicos especialistas en enfermedades alérgicas).
  • Alergia inmediata, también llamada alergia de tipo I: es la reacción adversa mediada por inmunoglobulinas de tipo E (IgE, que es un tipo concreto de anticuerpos, proteínas que utiliza nuestro sistema de defensa para identificar y neutralizar potenciales agresores) específicas contra proteínas del látex natural. Este tipo de alergia se comenzó a conocer y diagnosticar hace unos 30 años; puede causar reacciones generalizadas (que no se limitan a la zona de contacto, sino que pueden afectar a todo el organismo) y suele manifestarse a los pocos minutos de la exposición al producto de látex, de ahí que se denomine alergia inmediata. Esta alergia de tipo I o mediada por IgE es de gran importancia y a ella se hace referencia cuando se habla de forma genérica de “alergia al látex”. Este tipo de alergia es diagnosticada y tratada por los alergólogos.
El personal sanitario constituye uno de los grupos de riesgo para padecer alergia al látex.

El personal sanitario constituye uno de los grupos de riesgo para padecer alergia al látex. (Créditos, F. 158)

¿Por qué es tan importante la alergia al látex natural?

La alergia mediada por IgE a las proteínas del látex natural ha demostrado ser de suma importancia en la medicina moderna, debido a los siguientes aspectos:

  • Su elevada prevalencia (término que hace alusión a la proporción de individuos enfermos en un grupo): si bien la prevalencia de alergia al látex en la población general se estima por debajo del 1 %, sin embargo puede alcanzar cifras muy superiores en determinados grupos de riesgo (o predispuestos a padecer esta enfermedad, ver más abajo).
  • Con respecto a la prevalencia, aunque se ha observado una reducción en los últimos años, asociada a un menor uso de guantes de látex empolvados en los países desarrollados, la pandemia de COVID-19 ha conllevado un aumento en el uso de guantes y otros productos de látex, que puede dar lugar a un repunte de esta patología.
  • La potencial gravedad de las reacciones que induce: puede ocasionar reacciones alérgicas generalizadas (denominadas reacciones anafilácticas, de anafilaxia sistémica o de choque anafiláctico), que incluso comprometan la vida del paciente. Ocurren típicamente en el transcurso de exploraciones médicas, radiológicas, ginecológicas, procedimientos odontológicos o intervenciones quirúrgicas; si bien también pueden acontecer fuera del ambiente sanitario. De hecho, se estima que la alergia al látex es responsable aproximadamente de una de cada seis reacciones anafilácticas que ocurren durante las intervenciones quirúrgicas, así como de alrededor de una de cada veinte reacciones anafilácticas que se atienden en los Servicios de Urgencias.
  • Su capacidad para inducir asma bronquial profesional entre trabajadores que utilizan guantes de látex: se estima que hasta uno de cada diez trabajadores que precisan guantes de látex en su medio laboral acaban padeciendo asma bronquial (crisis de dificultad respiratoria por inflamación de los bronquios). Si no se diagnostica y trata a tiempo, esta enfermedad puede ser progresiva y llegar a ocasionar pérdida irreversible de la capacidad respiratoria, e incluso incapacidad laboral transitoria o permanente.
  • La asociación de alergia al látex con alergia a determinados alimentos: conocido como síndrome de alergia a látex-frutas. A raíz de la observación clínica de la asociación frecuente de alergia a determinados alimentos con la alergia al látex natural, se descubrió la existencia de reacción cruzada entre ciertos alérgenos (las proteínas que causan la alergia) del látex y de algunos frutos. Como consecuencia, aproximadamente la mitad de los pacientes alérgicos al látex pueden presentar reacciones alérgicas a alimentos, en cuyo caso su dieta debería estar exenta de ellos (ver más adelante).

¿Quiénes están en riesgo de padecer alergia al látex natural?

Si bien cualquier persona puede llegar a ser alérgica al látex, hay grupos específicos que pesentan un riesgo mayor de padecer esta enfermedad, en concreto:

  • Los niños con espina bífida (que es una malformación congénita del tubo neural): alrededor de la mitad de estos pacientes pueden tener alergia al látex. Esto es debido a que las intervenciones quirúrgicas en los primeros días de vida, que estos pacientes suelen precisar, parecen favorecer en gran medida la aparición de alergia al látex.
  • Los trabajadores sanitarios, con una prevalencia estimada del 10 %, si bien varía en función de la distinta utilización de guantes de látex en las diferentes zonas de trabajo.
  • Cualquier otro grupo de trabajadores que estén expuestos a látex natural, bien por utilizar guantes de látex en su trabajo (como personal de limpieza, de seguridad, manipuladores de alimentos, trabajadores de invernaderos, amas de casa, etc.) o por trabajar en un fábrica de productos de látex (p. ej., en fábricas de juguetes, colchones, guantes, etc.). De este modo, alrededor del 5 % de los trabajadores de invernaderos de flores, que usan guantes de ama de casa para proteger sus manos, se hacen alérgicos al látex.
  • Individuos que han sido operados en múltiples ocasiones: a mayor número de intervenciones quirúrgicas, más probabilidad de padecer alergia al látex. De hecho, se estima que cerca de un 6 % de los pacientes que han sido sometidos a más de 5 operaciones son alérgicos al látex.
  • Individuos alérgicos a determinados alimentos vegetales, como el plátano, el kiwi, el aguacate o la castaña, entre otros, que se asocian de manera muy significativa a alergia al látex. De tal forma que el diagnóstico de alergia a cualquiera de estos alimentos obliga a descartar una alergia asociada a látex. Esta es la base del ya mencionado síndrome de alergia a látex-frutas (ver detalles adicionales más adelante).
  • Los pacientes con atopia (es decir, individuos que tienen predisposición a padecer enfermedades alérgicas mediadas por anticuerpos IgE, habitualmente demostrada por la presencia de pruebas cutáneas positivas a los alérgenos que sean más habituales en la zona geográfica correspondiente), tienen tres veces más posibilidades de ser alérgicos al látex que la población general.

¿Cómo se manifiesta la alergia al látex natural?

Desde el punto de vista clínico, la alergia al látex se puede manifestar con cualquiera de los síntomas y signos típicos de las reacciones alérgicas mediadas por IgE. Su característica fundamental consiste en que estos ocurren a los pocos minutos de la exposición al látex, casi siempre en la primera hora tras el contacto. Es muy importante ser consciente de que incluso el paciente con la forma más leve de alergia al látex, si es operado o explorado con guantes u otros productos de látex, puede presentar una reacción tan grave que incluso llegue a poner en riesgo su vida.

Las principales manifestaciones clínicas de la alergia al látex, que pueden aparecer aisladas o en combinación, son las siguientes:

  • Urticaria local: caracterizada por picor y ronchas en la zona de contacto con el producto de látex, que suele desaparecer en minutos tras cesar el contacto y lavar la zona (p. ej., ronchas en el dorso de la mano a los pocos minutos de comenzar a utilizar guantes de látex).
  • Urticaria generalizada: este término hace alusión a picor y ronchas por todo el cuerpo, que aparecen de forma inmediata tras la exposición al producto de látex (p. ej., ponerse unos guantes de látex y a los pocos minutos llenarse de ronchas todo el cuerpo).
  • Angioedema: consiste en la hinchazón en la zona de contacto o a distancia (p. ej., al ponerse unos guantes de látex puede hincharse la cara a los pocos minutos). En los niños alérgicos a látex, es característico el angioedema de los labios tras inflar globos; con frecuencia esta es la reacción que motiva el estudio por parte del alergólogo y el diagnóstico de la alergia al látex en la edad infantil.
  • Rinoconjuntivitis: se refiere a las molestias nasales (como estornudos, picor, mucosidad, congestión nasal) y/o oculares (picor, enrojecimiento, lagrimeo) a los pocos minutos de exponerse al producto de látex. La difusión por vía aérea de los alérgenos del látex, que se unen al almidón de maíz que se utiliza para empolvar los guantes u otros productos de látex, hace que la rinoconjuntivitis pueda ocurrir sin contacto directo (p. ej., comenzar a utilizar guantes de látex y a los pocos minutos tener molestias rinoconjuntivales más o menos intensas, con o sin otros síntomas de reacción).
  • Asma bronquial: se traduce en crisis de tos, opresión torácica, dificultad respiratoria y sibilancias (pitidos) audibles al respirar, a los pocos minutos de contactar con el producto de látex. De nuevo, la simple inhalación de polvillo de guantes u otros productos de látex, sin necesidad de contacto directo, puede causar asma bronquial. La mayoría de los casos de asma bronquial por látex son resultado de la exposición en el medio laboral, lo que añade más trascendencia a esta enfermedad.
  • Anafilaxia sistémica: reacción generalizada que afecta a más de dos órganos o sistemas, que de forma característica cursa con urticaria/angioedema, rinoconjuntivitis, asma bronquial, síntomas digestivos, etc. En su forma más grave, el denominado choque anafiláctico, se acompaña de colapso circulatorio (hipotensión, fallo cardíaco) y/o fracaso respiratorio (por crisis grave de asma bronquial o por angioedema de laringe), que comprometen la vida del paciente.

¿Cómo se diagnostica la alergia al látex natural?

La base para llegar al diagnóstico de una alergia al látex es la historia clínica de reacciones adversas a los pocos minutos de exponerse a productos de látex, que cursen con los síntomas y signos típicos de las reacciones mediadas por IgE, detallados anteriormente.

Todo médico general o especialista que atienda un paciente que cuente una historia sugestiva de alergia al látex, una historia de reacción alérgica que tenga causa desconocida, una posible reacción alérgica en el trancurso de un procedimiento sanitario, o bien una reacción sugestiva de alergia a las frutas relacionadas con el síndrome de alergia a látex-frutas, deberá remitir al paciente a la consulta del alergólogo para su estudio.

El alergólogo se apoya en una serie de pruebas diagnósticas, que permiten confirmar o descartar la alergia al látex, y son principalmente las siguientes:

  • La prueba cutánea en prick (también llamada intraepidérmica) con extractos de látex: es un método diagnóstico rápido y fiable, pero no exento de riesgo, por lo que debe ser realizado bajo supervisión de un alergólogo. Consiste en la aplicación sobre la piel del antebrazo de una gota de extracto de látex, tocando la piel a través de la gota con la punta de una lanceta. En caso de alergia, aparecerá una roncha a los pocos minutos en la zona de aplicación. Una prueba cutánea positiva no siempre implica alergia, (ni una prueba cutánea negativa conlleva siempre la ausencia de alergia), por lo que su resultado debe ser siempre interpretado por un alergólogo.
  • La determinación de los niveles de IgE en un análisis de sangre frente al látex o a sus alérgenos: se trata de un método fiable, aunque más lento y costoso que la prueba cutánea. Pero, de nuevo, la determinación de IgE puede dar resultados falsos, bien sean positivos o negativos, por lo que al igual que la anterior debe ser siempre interpretado por un alergólogo.
  • Las pruebas de exposición controlada (o de provocación) con látex: la más utilizada es la prueba de uso de guante, que se realiza bajo estricta supervisión médica en los Servicios de Alergia, en los que se cuenta con los medios y el personal necesarios para tratar cualquier tipo de reacción alérgica. Suele ser muy útil para resolver los casos dudosos, o aquellos en los que es especialmente relevante confirmar o descartar la alergia al látex, como por ejemplo en la alergia profesional.

¿Cómo se trata la alergia al látex natural?

Con respecto al tratamiento de la alergia al látex, hay que distinguir el tratamiento de las reacciones del tratamiento de la alergia en sí.

Las reacciones alérgicas al látex se tratan como cualquier otra reacción alérgica, contrarrestando con la medicación adecuada los síntomas y signos de la reacción. Mientras que las reacciones leves suelen remitir con antihistamínicos, corticoides y/o inhaladores antiasmáticos, el tratamiento de elección para las reacciones graves es la adrenalina, también llamada epinefrina. Este último medicamento debe administrarse de forma precoz tras el inicio de la reacción, por lo que existe adrenalina autoinyectable para los pacientes con riesgo de presentar reacciones graves. El alergólogo se encargará de prescribirla a aquellos pacientes que la requieran.

Una vez diagnosticada la alergia al látex, la base del tratamiento etiológico (dirigido específicamente hacia la causa de la enfermedad) es la evitación total de cualquier exposición a látex. Esto puede resultar muy difícil dada la ubicuidad de productos a base de látex. Y es especialmente complicado en los trabajadores sanitarios.

Para los pacientes alérgicos al látex, en general, se recomienda evitar todo contacto con productos que contengan esta sustancia. Además, si precisan ser explorados u operados, debe utilizarse guantes sintéticos (de neopreno, nitrilo, etc.). El resto de material sanitario, como sondas, mascarillas, etc., también debe estar exento de látex (hay alternativas disponibles exentas de látex para las sondas, mascarillas y resto del material, elaboradas a base de neopreno, nitrilo, silicona y otros materiales sintéticos).

Cuando se trata de una alergia al látex profesional, como es el caso de los trabajadores sanitarios, además de las recomendaciones generales que acabamos de mencionar, se debe evitar la exposición a látex en el medio laboral. Esto incluye la evitación del uso de guantes de látex, utilizando en su lugar guantes no estériles de nitrilo, guantes estériles de neopreno, etc.

Por último, en España se dispone de una vacuna antialérgica para tratar la alergia al látex, que se administra por vía sublingual (debajo de la lengua) y puede mejorar el curso de esta enfermedad. Tiene unas indicaciones precisas, no siendo recomendable para todos los pacientes alérgicos, por lo que siempre debe ser un alergólogo quien decida si está indicada su prescripción.

¿Cómo se previene la alergia al látex?

Las siguientes medidas ayudan a prevenir la alergia al látex:

  • Los niños con espina bífida y otras malformaciones congénitas menos frecuentes, que se asocian con un altísimo riesgo de padecer alergia al látex, deben evitar todo contacto con él desde su nacimiento.
  • Los guantes de látex solo deben utilizarse para evitar el contagio de determinados virus por parte de profesionales expuestos a fluidos biológicos, como la sangre humana. En otras palabras, colectivos profesionales como manipuladores de alimentos, trabajadores de invernaderos o amas de casa, que requieren guantes por motivos higiénicos o para proteger las manos, nunca deberían utilizar guantes de látex, debiendo emplear en su lugar guantes exentos de este material.
  • Respecto al asma bronquial profesional por látex, se ha demostrado que su aparición se relaciona directamente con la utilización de guantes de látex empolvados, ya que los alérgenos de látex que pasan al aire con el polvillo y se inhalan son los responsables del desarrollo del asma bronquial por látex y de las crisis subsiguientes. La recomendación preventiva a este respecto es que los guantes de látex empolvados deben dejar de utilizarse, siendo sustituidos por guantes de látex sin empolvar o guantes exentos de este material. Esta medida ha demostrado ser muy eficaz en la reducción del asma bronquial por látex.
  • Los pacientes alérgicos al látex deberían llevar una pulsera o medalla con la leyenda “Alergia al Látex”, y/o una copia del informe médico siempre disponible en su bolso o cartera, por si precisan asistencia urgente para que los profesionales sanitarios sean conscientes de su problema alérgico.
  • A la luz de los conocimientos actuales, parece razonable recomendar la evitación de látex en el primer año de vida (chupetes, tetinas, juguetes, etc.), ya que esta edad parece muy importante a la hora de determinar futuras alergias; no obstante, por el momento no hay pruebas científicas que avalen esta recomendación.
  • Para prevenir reacciones es importante el correcto etiquetado de todos los productos que contienen látex, para lo cual hay normativas específicas a nivel tanto nacional como internacional, que indican que todo producto que contenga látex natural debe indicarlo en su etiquetado.
  • Productos como los colchones y las almohadas de látex deberían advertir del riesgo potencial que tienen para los pacientes alérgicos al látex (de forma paradójica, muchos de estos productos son anunciados como “antialérgicos”).
  • Además, se dispone de protocolos específicos para el tratamiento de los pacientes alérgicos al látex en el medio sanitario, en urgencias, quirófanos, hospitalización, etc. De tal modo que los productos alternativos libres de látex deben estar siempre disponibles por si hay que atender a un paciente alérgico.
  • También se ha demostrado la trasferencia de alérgenos de los guantes de látex a la comida, por lo que nunca debe utilizarse guantes de látex para manipular alimentos, ya que pueden ocasionar reacciones por ingestión en los pacientes alérgicos.
Parece razonable recomendar la evitación de látex en el primer año de vida (chupetes, tetinas, juguetes, etc.), ya que esta edad parece muy importante a la hora de determinar futuras alergias.

Parece razonable recomendar la evitación de látex en el primer año de vida (chupetes, tetinas, juguetes, etc.), ya que esta edad parece muy importante a la hora de determinar futuras alergias. (Créditos, F. 159)

El Síndrome de Alergia a Látex-Frutas

Como ya se mencionó anteriormente, cerca de la mitad de los pacientes alérgicos al látex pueden sufrir reacciones alérgicas a determinados alimentos vegetales. En concreto, se trata de frutos como los plátanos, las castañas, los aguacates, los kiwis y diversas frutas sobre todo tropicales.

Esta asociación tan llamativa se ha denominado síndrome de alergia a látex-frutas o de forma abreviada síndrome látex-frutas. Se explica por el gran parecido entre determinados alérgenos del látex y de los alimentos vegetales implicados en el síndrome. Como consecuencia, los anticuerpos IgE se “confunden” y reaccionan indistintamente contra el látex o contra los alimentos mencionados.

La clínica de estas reacciones alérgicas a alimentos suele ser inmediata tras su ingestión (a los pocos minutos), y cursa con los síntomas y signos propios de las reacciones alérgicas mediadas por IgE. Abarcan desde la forma más leve, el denominado síndrome de alergia oral (picor y enrojecimiento alrededor de la boca inmediatos tras ingerir el alimento), hasta la forma más grave de anafilaxia, pasando por cuadros moderados como urticaria, angioedema, asma bronquial, síntomas digestivos, etc.

El diagnóstico de la alergia a alimentos lo debe realizar el alergólogo. De nuevo, al igual que con la alergia al látex, se basa en la historia clínica de reacciones alérgicas a los pocos minutos de, en este caso, ingerir los alimentos. La sospecha clínica se confirma con pruebas cutáneas y determinación de anticuerpos IgE en sangre. En ocasiones, es preciso recurrir a pruebas de provocación oral con los alimentos (ingestión bajo supervisión por parte del alergólogo), para confirmar o descartar el diagnóstico de sospecha.

Una vez diagnosticada la alergia a los alimentos, se debe seguir dieta exenta de aquellos alimentos a los que cada paciente es alérgico. De momento, no se dispone de tratamientos curativos para este tipo de alergia.

La trascendencia de este síndrome clínico es doble:

  • Por un lado, a todo paciente alérgico al látex se le debe realizar un estudio para descartar alergia a alimentos vegetales y, de este modo, prevenir reacciones alérgicas a alimentos, que puedan ser potencialmente graves.
  • Y, por otro lado, en todo paciente que consulta por alergia a los alimentos vegetales implicados con mayor frecuencia en el síndrome, se debe sospechar y descartar una posible alergia a látex subyacente. De esta forma, se previene que ocurran reacciones alérgicas potencialmente graves en el transcurso de procedimientos sanitarios a los que podría tener que someterse algún día.

Autores

Autores

Dr. Carlos Blanco Guerra

Médico especialista en Alergología. Jefe de Servicio de Alergología del Hospital Universitario de La Princesa, Madrid. Profesor asociado del Grado de Biotecnología de la Universidad Politécnica de Madrid. Presidente de la Sociedad de Madrid-Castilla La Mancha de Alergología

Índice de preguntas

Índice de preguntas

Bibliografía

Bibliografía

Capítulos más vistos

Resumen